El miedo al miedo.

Si corremos muy rápido nos podemos caer. Eso da miedo.

Saltar al vacío sin arnés. Eso da miedo.

Te van a castigar por desobediente. Eso da miedo.

Nadar a contracorriente te puede ahogar. Eso da miedo.

Elegir la carrera equivocada. Eso da miedo.

Pecar va a hacer que te vayas al infierno. Eso da miedo.

Enamorarse para que te rompan el corazón. Eso da miedo.

No cumplir con las expectativas. Eso da miedo.

Que te dejen de querer. Eso da miedo.

Irte sin saber a dónde. Eso da miedo.

Quedarte sin saber porqué. Eso da miedo.

Dejar de hacer lo que quieres hacer. Eso da miedo.

Equivocarse. Eso da miedo.

Llega un momento en la vida que uno se da cuenta que a lo que realmente nos enseñaron a tenerle miedo, es a tener miedo.

Porque el miedo es así, primero se vive, después se trata de explicar. Algunos teóricos aseguran que el miedo es un tipo de instinto que nos pone alerta en situaciones de peligro y justamente sirve para eso, para mantenernos a salvo. Y así vamos por la vida, huyéndole a lo que nos provoca miedo, justificando a modo de instinto, que es mejor estar a salvo. ¿A salvo de qué? De la vida misma probablemente, como si no fuera suficiente saber que no vamos a salir vivos de ella.

Chizo.

Anterior
Anterior

Ser o no ser.